En la rama de un árbol posó un cuervo, muy contento y ufano( Que presume de sí mismo ) porque había robado un queso robado un queso estupendo que llevaba en el pico.Pero poco a poco, presentóse allí, atraído sin duda por el olor, un zorro astuto, el cual, con voz melosa, alababa al cuervo si rescato:
-Buenos días, honrado cuervo.¡Vaya que estáis elegante con vuestra levita negra!Vuestra figura es hermosa, grande vuestro talento, y a fe que vuestra vozz es semejante a vuestra gran belleza y donaire, no habrá otro animal más perfecto en el mundo que vos¿Me dejaréis oír vuestra dulce canto? ¿No alegraréis mis oídos con vuestros trinos melodiosos?
Llevado de su vanidad hagada, el cuervo graznó:
-¡Crac. . . , Crac . . . . ,Crac . . . !
Mas al abrir el pico se le cayo el queso,que esperaba el zorro taimado con sus fauces abiertas.Seguro ya con su pressa, relamiéndose dew gusto dijo al raposo:
-Señor bien necio, ya que con mis alabanzas quedáis tan hinchado y repleto, que os sienten bien, porque yo corro a comer el queso..
«Quien oye aduladores, nunca espere otro premio»