Hoy, Valeria me ha invitado a su casa, que esta al frente del colegio y me ha mostrado su biblioteca.
Pertenece a una familia humilde y por tanto no dizspone de dinero sobrante para comprase todos los libros que quisiera, pero conserva con mucho cuidado los de la escuela y los pocos que le pueden comprar sus padres.
A Valeria le gustan tanto los libros que todo el dinero que le daqn sus padres lo guarda para comprase nuevos volúmenes para aumentar y enriquecer su pequeña biblioteca.
Su padre, conocedor de su afición, le ha comprado una estanteria de madera de noga que dispone de una cortinilla verde que se descorre, dejando a la vista tres hileras de los libros de todos los colores, luciendo titulos de oro en sus lomos.
En su estanteria barnizada, se alinean libros muy atraactivos, unos de viajes, los otros de cuentos y leyendas bellísimas, también de poesías y algunos de ellos con preciosas laminas.
Valeria se complace en combinar los colores de los libros; le gusta combinarlos de lugar, combinando los rojos con los verdes y junto a éstos, coloca los amarillos y los verdes, jugando con ellos como si se tratara de loos colores de los arco iris.
También se ha hecho un catálogo de su biblioteca.Toda su ilusión gira alrededor de sus libros, a los que quita el polvo, mira y remira con gran interés pensando una y otra vez sus diversos fragmentos.
Un libro nuevo significa para Valeria un acontecimiento extraordinario.Lo mismo que si termina de hacer una nueva y valiosa amistad.Enseguida comienza su lectura, a veces se detiene y mira hacia un punto lejano, lo mismo que si estuviera escuchando una voz amiga que le contara hermosas cosas que antes había ignorado.Es la voz de su nuevo amigo, ese libro nuevo que ha llegado a sus manos y que, en adelante, cuidará de guardar ese esmero y con el mismo interés que requiere la salud de una persona a la que se ama.
Valeria tiene los ojos enfermos de tanto leer.
Adaptado de Edmundo de Amicis (De Corazón).